Catamarca letras

sábado, septiembre 02, 2006

Siempre será

269 palabras 15/8/05
Decidió viajar él también. Su empresa de ómnibus llevaba varios choques desde que aquél inversionista apareciera. Rafael sabía que más viajes implicaban más accidentes, pero esto escapaba a lo previsto. Las compañías de seguros ya habían subido el valor de las pólizas… y los muertos, realmente eran muchos.
Nunca fue responsabilidad de sus chóferes, siempre otro provocaba el encontronazo, pero su empresa no dejaba de ser protagonista.
Desde que el inversionista apareciera comenzó a ganar dinero, sus empleados estaban muy conformes con los aumentos de salarios y otros beneficios, pero su cabeza daba vueltas desde el día en que estrechó aquella mano, la que él creyó sería la salvadora, la diestra del aquél personaje siniestro.
Todo ocurrió como solía hacerlo. La ruta sin banquina. De pronto, en la oscuridad total de la noche, un camión sin luces circulando en sentido contrario y a gran velocidad, cambia de carril inesperadamente. El impacto, inevitable.
Todo era caos, gritos, llantos, los sobrevivientes del micro fueron saliendo uno a uno. Rafael pudo ver claramente que aquél personaje, pulcramente vestido arrastraba, mientras sonreía, a los fallecidos. Lo identificó claramente, era el inversionista en persona.
Cuando ambas miradas se cruzaron, el empresario lo interrogó con un gesto y el siniestro personaje respondió:
¾ La tecnología moderna puso al choque de micros a mi servicio, nadie sospecha, varios mueren y sus almas… bueno, Ud. sabe… Pocos son los que se purifican antes de partir. Así es que, como siempre será, yo recolecto.
La pausa pareció extenderse indefinidamente… el inversionista extendió su diestra y con una amplia sonrisa susurró: Rafael… es su turno.